Tan solo quisiera ser la unica, que ninguna otra robara tu mirada, ni tu aliento en las noches de lujuria y pasión, ser yo ese cuerpo que retosa calmo entre tus brazos al amanecer y ser la unica mujer capaz de estremeser tu alma más alla de tu piel, mas tu siempre la miras a ella, perdida entre sus curvas, distintas a las mias, entre sus lujos y fantasías, sueñas con esos brazos y los besos de sus labios, frios y crueles, no te amaron ni te aman, pero tus deseos son solo para ella, la que te desprecia.
Yo te miro de reojo, te miro sin que me veas, no es que me esconda, es que tu nisiquiera te percatas de mi presencia, me buscas solo a veces y antes del amanecer te marchas, me buscas e incluso a veces nisiquiera me hablas, ¿realmente me ves? ¿deseas un poco esta piel? quisiera pensar que si, que al tenerme frente a ti me tomaras y besaras sin parar, me diras que no puedes dejar de pensar en mi, en mi silueta caminado hacia ti entre la multitud que ignora lo que puedo sentir, palpitante el corazón, ardiente en pasión, te miro intensamente y tu me regalas a penas una sonrisa, ni calida, ni tibia, simplemente una sonisa de cortecia, en el fondo sabes lo que me haces sentir, intuyes que sin ti no quiero vivir, pero de ti no puedo conseguir nada, por ti no puedo si no derramar mil lagrimas.
No logro entender porque mi cuerpo exige tu piel, mientras tu solo sufres de sed por otra mujer, ¿será que ambas estamos presas del mismo hechizo? encantadas por muejeres que de nosotras no quieren nada, esperando cada día que lleguen a nuestras puertas reclamando por el amor que no somos capaces de declararles, porque ni yo te digo que te amo, ni tu eres capaz de decirle a ella que sueñas con su cuerpo en tu cama como yo sueño con tus besos y caricias entre mis sabanas.
Dulce pecado el de amarte, tortura que clava mi corazón roto y es que el destino a querido que te ame aunque tu nisiquiera recuerdes mi nombre, mientras yo me quedo pensando en donde estaras ahora, si pensaras en ella, si la amaras como yo te amo... si me desearas algún día lo suficiente como para venir en mi busca y volver a tomarme por la cintura como aquella vez en donde todo era posible, inclusive nuestro amor.
Yo te miro de reojo, te miro sin que me veas, no es que me esconda, es que tu nisiquiera te percatas de mi presencia, me buscas solo a veces y antes del amanecer te marchas, me buscas e incluso a veces nisiquiera me hablas, ¿realmente me ves? ¿deseas un poco esta piel? quisiera pensar que si, que al tenerme frente a ti me tomaras y besaras sin parar, me diras que no puedes dejar de pensar en mi, en mi silueta caminado hacia ti entre la multitud que ignora lo que puedo sentir, palpitante el corazón, ardiente en pasión, te miro intensamente y tu me regalas a penas una sonrisa, ni calida, ni tibia, simplemente una sonisa de cortecia, en el fondo sabes lo que me haces sentir, intuyes que sin ti no quiero vivir, pero de ti no puedo conseguir nada, por ti no puedo si no derramar mil lagrimas.
No logro entender porque mi cuerpo exige tu piel, mientras tu solo sufres de sed por otra mujer, ¿será que ambas estamos presas del mismo hechizo? encantadas por muejeres que de nosotras no quieren nada, esperando cada día que lleguen a nuestras puertas reclamando por el amor que no somos capaces de declararles, porque ni yo te digo que te amo, ni tu eres capaz de decirle a ella que sueñas con su cuerpo en tu cama como yo sueño con tus besos y caricias entre mis sabanas.
Dulce pecado el de amarte, tortura que clava mi corazón roto y es que el destino a querido que te ame aunque tu nisiquiera recuerdes mi nombre, mientras yo me quedo pensando en donde estaras ahora, si pensaras en ella, si la amaras como yo te amo... si me desearas algún día lo suficiente como para venir en mi busca y volver a tomarme por la cintura como aquella vez en donde todo era posible, inclusive nuestro amor.